La noche del 1 de noviembre Grisel celebró la noche de ánimas. El salón polivalente del Ayuntamiento se llenó de chicos y mayores disfrazados para la ocasión.
Tras pasar por el taller de maquillaje, los más pequeños disfrutaron de las bombas chinas, vaciado de calabazas y música. A las 9:30 el salón social se llenó de gente, con buen apetito, que en pocos minutos dió cuenta de todos los productos de la barbacoa.
Afortunadamente cada año se incorporan a esta celebración más vecinos y amigos por lo que la fiesta fue todo un éxito.