(9 Noviembre 08)
Hoy me siento triste. Hoy he estado en Grisel. La mañana era luminosa, espléndida. El Moncayo lucía un virginal manto blanco. El Otoño resplandecía en sus mil colores. Un corzo saltarín ha huido de mi presencia por entre los bancales de la Ciesma. Pero yo me siento triste.
He ido a ver una casilla, la situada en la ladera norte, hacia Santa Cruz, la que se divisa desde el pueblo, la catalogada en el libro con el nº 2 pero que para mí será siempre la numero uno porque fue la primera que descubrí, la primera que fotografié, la que guarda recuerdos de "excursiones" con mis hijas, ¡tan pequeñas entonces!, la que me llevó a descubrir las 27 que salpican nuestro término municipal.
Me llamaron dándome una mala noticia: había habido un desprendimiento y estaba en peligro de derrumbe total.
¡Precisamente ahora, que nos habíamos puesto en contacto con un especialista en piedra para que nos diese un presupuesto para arreglarla! Fue él, Julio, que subió con un aparejador para estudiar las acciones a realizar, quien me lo comunicó. Las recientes lluvias y la nevada del domingo anterior debieron contribuir al desplome.
Cuando me acercaba a ella por la pista de los molinos, por su parte trasera, pensé que había sido una alarma exagerada, se veía en pie y magnífica en sus dimensiones (la segunda más alta, 4,20 m en el interior) pero al rodearla para ponerme frente a la entrada vi el enorme desprendimiento. En su parte derecha se había abierto un enorme agujero: piedras desperdigadas a su alrededor y en el interior, las entrañas abiertas de sus muros dejando a la vista la casi perfecta cúpula, el relleno interno de sus dos muros paralelos...
A mí se me abrió otro agujero, en el corazón. No podía creer que se mantuviera en pie con más de un tercio de su estructura desecha.
Hoy me siento triste, si, muy triste. Y tembién culpable. Culpable por no haber sabido transmitir a la Asociación, al Ayuntamiento y a las instituciones la necesidad de haber actuado antes.
Pero aún tengo esperanza, vamos a actuar, a intentar que se mantenga en pie o levantarla de nuevo si se cae. Vamos a pedir ayudas y ¡Actuar!
Observando el paisaje desde su dominante altura pensé que puede ser un símbolo más de nuestra comarca, se ven la mayoria de nuestros pueblos: Grisel, Santa Cruz del Moncayo, Torrellas, Tarazona, Cunchillos, Vierlas, Malón, Novallas, y El Buste, que no podemos dejar que desaparezca.
Si, hoy me siento triste.
Joaquín Marco Montañés
